Isidro “Chilo” Gómez, un actor del comercio de la vecina localidad paraguaya de Nanawa con 50 años en el rubro, marcó que una eventual inundación “será un duro golpe” para la actividad mercantil en la isla del Bajo Chaco, que sobrevivió a la pandemia del COVID-19 con una frontera cerrada, reinventándose como una sucursal de Clorinda, ofreciendo productos argentinos de todos los rubros a sus propios compatriotas que llegan en vehículos particulares, combis o colectivos y compran sin necesidad de cruzar hacia territorio argentino.
Gómez dijo este sábado a “La Mañana” que si quedan anegados los accesos o los caminos que llevan al centro de Nanawa resultará imposible que los compradores puedan seguir llegando en sus vehículos particulares, situación que sin lugar a dudas impactará negativamente en las ventas.
“Como en mi caso, prácticamente la totalidad de los pobladores activos de Puerto Elsa vivimos del comercio desde hace más de 50 años. Nunca aprendimos a hacer otra cosa. Aquí no hay agricultura, ganadería ni fábricas, por lo que si se corta el comercio, será un golpe durísimo para todas las familias de esta localidad”, insistió “Chilo” Gómez.
En una recorrida alrededor de la isla paraguaya, ayer era evidente el rápido avance de las aguas tomando zonas bajas, aunque el nivel de la calle principal todavía se encuentra aproximadamente con un metro de revancha respecto de la altura hidrometría del sábado en la zona.